Must Watch: Malditos bastardos
Esta escena es magistral. No me da reparo decirlo. Tarantino hizo con esta pelÃcula una pieza de museo. El guion es maravilloso, la actuación es formidable, Shultz está que se sale. La edición, como la batuta del director, acompasa la historia e introduce tensión. Un gesto, una mirada, misterio, tensión y… Tarantino. Ya sabemos lo que esto significa.
La pelÃcula es larga, la historia no es muy fidedigna, pero es puro cine. No voy a explicar la vida de Tarantino, pero de sobra es sabido que recoge influencias de los grandes. Y esto se nota en toda su filmografÃa. Soy consciente de que Tarantino no es plato de buen gusto para todos, pero esa es su identidad. Las historias han llegado a un punto en que ya nada importa, todo es muy existencialista, qué más da lo que ocurra. Tarantino, lleva esta idea al extremo, quizá cómo crÃtica, quizá solo lo hace porque le gusta ver sangre.
La escena es terrorÃfica y está llena de movimientos de cámara espectaculares. Utiliza el recurso de situar la escena debajo de la mesa, donde están las pistolas, y arriba, donde están tratando de arreglar el asunto, cuando realmente todos saben cómo va a acabar. Un charco lleno de sangre. Pero esta escena no es en vano, es fundamental para el progreso de la pelÃcula. Es también un gran recurso que Tarantino usa a la hora de jugar con el tiempo.
