Must Watch: Annie Hall
Cuando se lo propone , Woody Allen ingenia cosas creativas en la fotografía o en la forma de contar las cosas para darle frescura a la historia. La narrativa es pesada, aún así es muy rica: si Woody Allen fuera novelista, sería de la talla de Tolkien o Rowling; el mundo donde habitan Annie y Alvy, así como sus mentalidades, son tan complejas como los mundos en la ciencia ficción. Pero eso sí, todo revestido de humor.
Lo más curioso es que el director neoyorquino no pretendía ser gracioso con esta película y por eso pensó en titularla Anhedonia (incapacidad para experimentar placer). Cuando se estrenó, Allen dijo en su promoción: “Quería hacer una película que pudiera no tener nada divertido durante uno o cinco minutos, y aun así que no te aburriese.
En el final, un tanto pesimista y existencialista, Allen pregunta a unos transeúntes si son felices y cómo lo hacen para serlo, sacando por conclusión que la fórmula de la felicidad radica en ser simple y no hacerse preguntas. A menor grado de consciencia, mayor cota de felicidad. Como decía un tanto pesimista.